Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso - reveló - Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
jueves, 19 de julio de 2012
acuérdense los que vayan a hacer una estufa rusa, u cualquier otro tipo de calefacción, de ubicarla en el corazón de la casa, si se puede...
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